En la actualidad, el Raval resulta ser sinónimo no solo de cultura, música emergente y bares de copas, sino también de mucho más. En este artículo aprenderás un poco más acerca de este antiguo barrio de Barcelona.
¿Qué podemos encontrar en el Raval?
Puede decirse que sus orígenes datan de la mitad del siglo XIV, momento en el cual la ciudad de Barcelona se encontraba enfrentando una severa epidemia de peste; razón por la que el rey Pedro el Ceremonioso ordenó que se construyera un cinturón de murallas en torno de lo que actualmente se conoce como La Rambla, que para aquella época se trataba simplemente de una riera.
El objetivo de dicha construcción consistía en disponer de un espacio dentro del cual poder no sólo abastecer, sino también lograr proteger a la población frente a un posible asedio y/o guerra.
Al igual que asegurarse de ubicar la población y los negocios más sospechosos alejados del núcleo urbano, al mismo tiempo que se mantenía la ciudad protegida ante las enfermedades. Esa es la razón por la cual solían enviar a este lugar a aquellas personas que estuvieran afectadas y con el paso del tiempo, comenzaron a multiplicarse actividades tanto marginales como indeseables.
Esta área comenzó a conocerse como “rabad”, palabra de origen árabe usada para hacer referencia a los suburbios o los extramuros de la ciudad.
Igualmente quiere decir barrio de leprosos y prostitutas. A medida que pasaban los años, se fue capitalizando hasta convertirse en lo que hoy en el Raval y en castellano, evolucionó hasta el término arrabal.
Cabe señalar que el Raval jamás disfrutó de buena fama, y es que como acabamos de señalar, su propio nombre proviene de términos que hacían referencia a arrabal, que vendría siendo un sinónimo para suburbios.
A partir de sus orígenes y a mitad del siglo XIV. Como hemos mencionado, sirvió para acoger a los individuos enfermos y/o indeseables a los cuales no se les daba la bienvenida dentro de la ciudad y tal vez fue justamente esa marginalidad la cual logró fascinar más tarde y en el siglo XX, a los bohemios, quienes se valieron del rostro menos amable de la ciudad condal con el fin de inspirarse y al mismo tiempo dejar libres sus más oscuros deseos.
Además no fue poco lo que las juergas de Ernest Hemingway y/o Pablo Picasso dieron a hablar.
Asimismo, El Raval y entre chupitos de absenta, logró alzarse frente al orden establecido no solo enfrentando a las autoridades dando lugar a lo que se conoce como “Semana Trágica de Barcelona”, sino también al quemar conventos (lo cual ocurrió en el año 1835).
El Barrio Chino
En medio del siglo XV y después de la desamortización de Mendizábal durante el año 1837, El Raval consiguió posicionarse como una “tierra de conventos”, debido a que numerosas órdenes religiosas optaron por instalarse dentro de dicha zona.
Al mismo tiempo comenzaron a desarrollarse las fábricas y, como resultado de ello, también los empleados más humildes se instalaron en el Raval.
Debido tanto a su precariedad laboral como a sus malas condiciones laborales, a lo largo de los siglos XIX y XX, este barrio terminó
convirtiéndose en el foco principal de activismo, asociacionismo y lucha social; lo cual causó que dentro del Raval se vivieran acontecimientos realmente intensos como los mencionados previamente (quema de conventos y la Semana Trágica de Barcelona).
A comienzos del siglo XX, el Raval se vio repleto por salas de espectáculos, cabarets, burdeles y tabernas.
La cercanía que tenía tanto con La Rambla como con el puerto, al igual que sus escabrosas y estrechas calles, terminaron por convertirlo en un área poco aconsejable. Àngel Marsà, un periodista, bautizó el Raval como el “Barrio Chino” durante el año 1925 y hasta los años 80´s, fue conocido de esa manera.
Además, artistas tan conocidos como Pablo Picasso, Francisco Madrid y Josep María de Sagarra además de acudir a sus bares continuamente, también se encargaron de retratar su miseria.
Cabe señalar que lo de Barrio Chino se originó sencillamente debido a que se le comparó con el popular Chinatown ubicado en Manhattan y es que del mismo modo que El Raval, incluía los bajos fondos de la ciudad. Además, tanto como las habladurías como la prensa sensacionalista hicieron que barrio terminara por olvidar su nombre.
El Raval, un barrio multicultural
A lo largo no solo de la Guerra Civil, sino también del Franquismo, el Barrio Chino o Raval pasó a ser un área degradada tanto a nivel social como urbanístico, por lo que terminó por convertirse en el barrio más peligroso que existía en Barcelona.
Sin embargo y junto a la llegada de la democracia tuvieron lugar diversas transformaciones urbanas cuya finalidad consistía en mejorar, considerablemente, las condiciones de vida de las personas que habitaban en este barrio.
Así, actualmente dentro del Raval conviven no sólo los ciudadanos, sino también personas que provienen de numerosos países y poseen culturas muy diversas. Por eso y a lo largo de sus calles es posible encontrar comercios de distintas nacionalidades y también tiendas de moda y tendencias nuevas, especialmente en la zona alta del barrio.De igual modo destaca la calle de la Cera, la cual posee una histórica y gran comunidad que se caracteriza por ser de etnia gitana; su nombre es tomado de los ríos de cera que suelen crear las múltiples velas ofrecidas a la virgen de dicha calle con el fin de protegerse frente a la peste, siendo posible finalizar mencionando que la rumba catalana surgió directamente de esta comunidad.